viernes, 13 de julio de 2007

Tene Múgica (y 2)

En el capítulo anterior habíamos dejado a Tene recluida por enfermedad en casa y escribiendo y publicando poemas y relatos.

Tenía ya treinta años cumplidos cuando supo de un médico de Eibar que había demostrado gran habilidad en el diagnóstico de enfermedades: nuestra protagonista tenía una fractura en la columna vertebral. La operaron y sanó.

Siguió escribiendo, pues, pero ahora sus escritos se hicieron más didácticos y políticos. Tene militaba en Comunión Nacionalista Vasca, un partido que en tiempos de la Segunda República se fusionó con el PNV. Tene intentó crear una asamblea de mujeres dentro de su partido, pero tuvo a los dirigentes en contra y se quejó por ello amargamente: "Los hombres fomentan la duda, el miedo y la pasividad de las mujeres. Y a las que hacemos algo, nos ridiculizan sin piedad."

Tene se dedicó luego al teatro. Escribió tres piezas, una de ellas para niños, que fueron premiadas y ampliamente representadas. Pero llegó la Guerra Civil y tuvo que exiliarse a Francia. Vivió en La Rochelle y luego en Ciboure. Acabada la guerra, regresó a Deba, pero las autoridades franquistas la desterraron a un pueblecito de Navarra.

En la década de los sesenta estaba ya de vuelta en Deba, trabajando de nuevo en la tienda y escribiendo otra vez. Participó y triunfó en certámenes literarios, preparó materiales didácticos y traducciones para la escuela de su pueblo y colaboró con revistas de la época.

En 1975, Año Internacional de la Mujer, cuando Tene ya tenía 87 años, la Academia de la Lengua Vasca la nombró académica de honor. Dos años después de su muerte, el Ayuntamiento de Deba creó un certamen literario que llevaba su nombre, por el que pasaron principiantes que luego se hicieron grandes figuras de la literatura vasca. Ahora Tene Múgica da nombre a una jugosa beca que este año llega a su tercera edición.

Sirvan estas líneas de homenaje y agradecimiento.

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Fractura de la columna = enfermedad psicosomática? Pues estaban arregladas en aquella época las mujeres cuando tenían alguna enfermedad, ¿no?

Alberto López Cordero dijo...

Es una pena que autenticos maestros de la palabra muchas veces o en la gran mayoría de casos no sean lo suficientemente valorados y solo sean reconocidos por un pequeño reducto de lectores. AL menos y gracias a posts como el tuyo se dan a conocer un poquito más y eso hace de su obra y vida que sean un poquito más inmortal y sobre todo que se sepa de ella. Un Saludo.

Anónimo dijo...

Es importante rescatar personas de mérito, sobre todo cuando se incluyen dentro de alguna de culturas que no responden a la uniformización castellanizante promovida desde ciertos sectores (no sólo en materia lingüísticao idiomática), y que también son nuestras.

Anónimo dijo...

No conocía a esta mujer, cosa que no es de extrañar. Habrá tantas que todavía no conocemos.

Noemí Pastor dijo...

Mak, hasta hace cuatro días no se diagnosticaba la fibromalgia; sólo eran un poco vagas y locuelas. Ya sabes, "Mujer enferma, mujer eterna". Que se quejan por nada. Imagínate en la época de Tene; y si encima le decías al médico que te gustaba leer y escribir, diagnóstico claro: como una cabra.
Alberto, 39escalones y Peke. Contra Tene se conjugaron varios factores: mujer, sin formación académica, enferma, de lengua minoritaria y perseguida política. En fin, que es casi un milagro que hayamos sabido de ella. Por supuesto que hay muchas otras así. A mí me interesa tanto su obra como su vida, pues nos da pistas de cómo vivieron nuestras abuelas, bisabuelas, etc. Ya bucearé en busca de alguna otra heroína más.
Os quiero.