viernes, 16 de septiembre de 2011

El dulce veneno del jazz

Charlotte Carter:
El dulce veneno del jazz
(Rhode Island Red, 1997) Ediciones Siruela, 2005
Traducción de María Corniero


Qué curioso. Leía yo esta novela en el bar del hotel donde pasé unos días en agosto mientras escuchaba jazz y me prometía a mí misma hacerme mayor de una vez por todas y empezar a disfrutar de este género musical, pues siempre he pensado que el jazz es para señoras y señores mayores, que es una de esas cosas que solo llega a apreciarse con la edad, como también sucede, por ejemplo, con ... Uy, pues ahora no se me ocurre nada. ¿Una ayudita?

En fin, lo que decía: que me hago vieja y sigue sin gustarme el jazz y que leí esta novela sobre una buscalíos saxofonista adoradora de Monk y Parker mientras me dejaba envolver por piezas clásicas.

Siento decir que la novela no me convenció. La trama es inconsistente y los personajes, más inconsistentes aun. Todo ensambla mal, quizás porque la autora confía por completo el ensamblaje al hilo conductor musical. ¿Si fuera yo más como dios manda y me gustara el jazz, habría disfrutado más esta novela? Pues quizás sí.

A la protagonista tampoco me la creí. Me gustan las chicas desenvueltas, lenguaraces y simpáticas, pero esta se pasa de vueltas (literarias, claro) y resulta demasiado saltarina, demasiado dicharachera.

Así y todo, tengo algo en común con ella. No que toque el saxo en las calles de New York, sino que es una  licenciada en francés que adora todo lo galo y a veces suelta algún que otro galicismo: "eso es viejo como el mundo", dice, por ejemplo.

En otra ocasión suelta esto: "Yo soy traductora. Sé que las palabras mienten". Y yo me identifico con ello en parte.

Y de vez en cuando tiene raptos líricos que me gustan:
"Ese brillo apagado y untuoso que adquieren los lugares donde ha sucedido algo horrible."

Así y todo, creo que no volveré a picar con Charlotte Carter. Desolée.

38 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez más Milady, no puedo estar más de acuerdo. A la novela le faltan vitaminas, está anémica y destartalada.

En cuanto al jazz, ums, pruebe a Mingus, al mismo Monk, a Miles Davis años 60 y ya me dirá si es adecuado para señoras mayores...

Luis de Luis

U-topia dijo...

Estoy envenenada perdida desde los 20 años... ahora sí puedo considerarme una señora mayor (?) y me sigue gustando. Para mi es uno de los mayores placeres de la vida (ejem, no el único, claro). No conozco la novela y ahora no sé... no me animo después de leerte.

Un abrazo y me parece buen consejo el de Luis de Luis...

Antonio dijo...

Pues a mí el jazz me encanta desde que aprendí el valor de la improvisación. Sólo hace falta saber lo básico, escalas y arpegios, y soltarse. Así debería ser en todo.
Sobre los gustos de mayor, no sé, cuando llegue te lo digo. Mañana se casan en casa y estoy de los nervios. Me han dicho que tengo el alma grande, ¿tú te crees? y el jazz me lo confirma. Si no te pierdes, tienes ángel. Es una gloriosa y sórdida, pesada y liviana, conducción del caos. Aprendes que la armonía está en todas partes. Anímate!.
Un beso, Noe

Peke dijo...

El jazz nunca me gustó y la novela, después de leerte, no pienso leerla. Bicos.

LQVL dijo...

bueno, no todos los libros pueden gustarnos, este a mí tampoco me gustó

te sigo

besos
Lourdes

humo dijo...

Desde siempre, creo, el jazz me conmueve más que casi toda la música que ha venido después...
Gracias por la crítica de la novela, así me ahorro dudas.

Marta Marne (Leer sin prisa) dijo...

Acerca del jazz, yo soy una de esas enamoradas de este género. No sé si a mis 32 otoños soy mayor, yo quiero pensar que no, pero como todo, no a todos tienen por qué gustarnos las mismas cosas (sino, qué mundo más aburrido!)
Sobre la reseña, te la agradezco, porque el título me resultaba sugerente y tenía el libro en mi lista de posibles-futuras-lecturas, así que va a ser uno que me borre, que ya tengo bastantes.

Noemí Pastor dijo...

LUIS, me alegro de coincidir con usted. Seguro que sus recomendaciones son adecuadas para señoras mayores, pero no sé si para mí, que me niego a aceptar que lo soy. Gracias, anyway.

Noemí Pastor dijo...

LAURA, pues si te unes a la recomendación, voy a tener que haceros caso. En cuanto a la novela, seguro que hay cosas mejores que llevarse a los ojos, pero dada tu pasión jazzíztica, igual a ti te va. Besos.

Bargalloneta dijo...

pues no la leeré!!
estoy contigo a mi tampoco me gusta el jazz!!
un petó

Noemí Pastor dijo...

ANTONIO, me gusta esa cualidad del jazz a la que te refieres. Y ya veo que no hace falta ser mayor para disfrutarlo. Yo pensaba que sí. Besos.

Noemí Pastor dijo...

PEKE, a ti te pasa que no te gusta el jazz porque eres demasiado joven. Biquiños.

Noemí Pastor dijo...

Hola, LOURDES, pues también me alegro de coincidir contigo. A una le gusta ver que no está sola en la galaxia. Nos leemos.

Noemí Pastor dijo...

HUMO, pues nada, a ver si me contagias algo. Y ,o mismo que a Laura te digo: quizás si te gusta el jazz disfrutarás más de la novela. Yo qué sé.

Noemí Pastor dijo...

ATRAM14, vaya, yo escribo esto para animar a la gente a leer, no para lo contrario, pero tampoco voy a decir que me gusta lo que no.
Es cierto que no nos tiene que gustar a todas lo mismo, pero yo querría disfrutar de más cosas porque eso te hace más feliz. Besos.

Noemí Pastor dijo...

BARGA, tú también eres demasiado joven, seguro.
Ay, qué responsabilidad: ¿habré hundido la carrera literaria de la señora Carter?

Peke dijo...

Por cierto, Noe, he conseguido votar!

Noemí Pastor dijo...

¡Ey! Enhorabuena, PEKE, y gracias mil.

Caruano dijo...

Quizá si empiezas degustando el "pop-jazz" (Sarah Vaugham, Billie Holliday o Ella, p.ej.)te será más fácil adentrarte en otros "sonidos" (Telonius M., Miles o Mingus, como dice Luis de Luis). No sé. Tampoco tienes por qué forzar el gusto, digo yo.
La portada es muy sugerente, como el título (Siruela cuida). Beso.

Anónimo dijo...

Estimada Noemí,de una oportunidad a las muy sensatas recomendaciones de Caruano. Las mías solo estaban hechas para que comprobase que hay jazz que no puede ser consierdo "apto para señoras"

Luis de Luis

Uno dijo...

Era yo muy jovencito cuando en el Whisky&jazz de Madrid me sentí por primera vez ciudadano del mundo escuchando a una cantante negra que llevaba una camiseta de red que dejaba ver unos espléndidos pechos que amenazaban con llevarnos a todos esa noche a la comisaría.

Quizá es ahora en mi madura juventud cuando estoy mas perezoso a la hora de ir a escuchar jazz. Pero eso me pasa con casi todo. Voilà.

Alice Silver dijo...

A mi me gustaron mucho las tres novelas de la serie, el personaje, los escenarios de N. York y París... en cuanto al jazz, tampoco he acabado de cogerle el gustillo...

Manuel Márquez dijo...

A mí el jazz, compa Noe, salvo muy contados intérpretes (y no de los más señeros), nunca me llamó por sus caminos, qué se le va a hacer. Hace algunos años, lo llevaba mal (pecadillo de juventud...); ahora, francamente, lo tengo más que asumido: no te puede gustar todo... Sobre la novela, tomada nota (para lo malo también me resultas de fiar, ya ves); supongo que si es una obra muy conectada a un mundo concreto, como, en este caso, el jazz, no es fácil que te enganche emocionalmente si no te tira mucho el mundo en que se inserta. En fin...

Un fuerte abrazo y buena semana.

Noemí Pastor dijo...

CARUANO, buena idea. Seguro que "me entra" mejor el pop-jazz. El título en español no tiene nada que ver con el original ("Rhode Island Red")y la portada sí está cuidada, como es usual en Siruela. En cuanto a su selección para Siruela Policiaca (¿Policíaca?), tendría yo varias objeciones. Saludos.

Noemí Pastor dijo...

Discrepo, señor LUIS. Seguro que todo el jazz es apto para señoras mayores. El problema es que yo no soy apta para el jazz. Pero sí, las recomendaciones de Caruano son sensatas. Besos.

Noemí Pastor dijo...

UNO, yo también me animaba más con la música y los conciertos de jovencita. Todo el día tenía ruido en casa. Ahora aprecio mucho más el silencio. Y no es bueno, no. La pereza, por supuesto, tampoco. Besitos.

Noemí Pastor dijo...

Hola, ALICE. Pues ojalá me hubiera gustado a mí, pero no ha habido manera, no. La verdad es que estoy más rara que yo qué sé y últimamente no me gusta casi nada de lo que leo. En fin. Se me pasará.

Noemí Pastor dijo...

Bueno, MANUEL, mira lo que escribe Alice: que no le gusta el jazz, pero sí le gustaron los tres títulos de la serie. Podría haberme sucedido al revés: que no me gustara la novela, pero al gustarme el jaz... Pues ná: ni lo juno ni lo jotro. En el cine me está sucediendo lo mismo: de lo que he visto este vernao, no me ha gustado casi nada. Ya te digo que estoy rara, rara, rara.

39escalones dijo...

¿Algo que se aprecie más con la edad? Pues según decía Voltaire, el vino: "cuanto más viejo me hago, más me gusta".
Tomo nota del libro, para leerlo bajo el influjo del jazz, of course (no sé si eso me convertirá en señor mayor; en mayor quizá, pero en señor...).
Besos

José Núñez de Cela dijo...

Me regalaron un libro de la tal Charlote (Rapsodia en Nueva York) y lo leí por "educación" y, la verdad, no me convenció, más allá de la ambientación de lugares y garitos neoyorquinos. A mi el jazz me gusta, si, mucho y mucho más que el libro en cuestión, aunque leído mientras escuchas a Miles Davis (p.e.) pues gana un poco.

Por cierto, mi única experiencia en un club de jazz en N York me decepcionó un tanto, pues a esos antros le han extirpado un elemento fundamental: el humo del tabaco!

saludos

loquemeahorro dijo...

Ocurre como con los ... boleros? A mí "de joven" no me gustaban y luego me empezaron a gustar.

O como escribir cartas a periódicos quejándose de algo, solo se hace a partir de cierta edad :-)

Yo me leí una de este personaje que ocurre en París y no era maravillosa pero no estaba mal tampoco, pero no recuerdo el título... sin duda, cosa de la edad.

Noemí Pastor dijo...

ESCALONES, el vino lo tenía en la cabeza cuando escribía esto porque (¡casualidad!) tampoco me gusta. Como dice House, soy una vergüenza para mi
estereotipo (de bilbainita). ¿O será que no soy suficientemente mayor?
Más besos para ti.

Noemí Pastor dijo...

JOSÉ, vaya, gracias por tu testimonio. Que yo recuerde, solo he estado en mi vida en un concierto de jazz aquí en Bilbao. Y no fue nada memorable, aunque todavía fumaba todo el mundo, servidora incluida.
Besos.

Noemí Pastor dijo...

LOQUE, a mí los boleros me gustan de siempre, aunque en ciertas épocas de mi vida lo habría negado bajo torturas. En cuanto a lo de escribir quejas a los periódicos, yo lo hago en nombre de mis vecinas y familiares (señoras más mayores que yo) que me lo piden y es muy divertido. Te juro que los políticos leen esa sección atentamente. Besos.

Interrobang dijo...

Jazz, Jazz, no sabes lo que te pierdes. Empieza ya y alucina con el vasto universo que se te va a abrir. Y si quieres algún consejo no dudes en pedirlo.
Ánimo!

Noemí Pastor dijo...

Sí, INTERROBANG, sí me hago una idea de lo que me pierdo, por eso lo digo. Si fuera algo que no me importara, ni lo nombraría. Por ejemplo, nunca practicaré el puenting. ¿Me pierdo algo bueno? Creo que no; siempre me quedará el paracaidismo. Prometo hacerme mayor y escuchar jazz como las personas cultas como dios manda.

HLO dijo...

No te preocupes con lo del jazz, a mí tampoco me gusta, sobre todo porque mis gustos musicales se acaban prácticamente en Mozart y de ahí para atrás. Y yo también soy muy francófila (aunque no diferencio el champán de la sidra), Balzac me pierde.

Noemí Pastor dijo...

HLO. ¿De Mozart para atrás? Pues lo mío es al revés: de los Rolling Stones p'alante. ¡Madre de dios! No me refinaré nunca.
Bueno, a ver: el franchuteo sí que refina un poco. Y Balzac es muy agradecido: se le lee sin grandes problemas y da mucho a cambio. Le echo de menos.