domingo, 5 de julio de 2015

Cada vez menos minutos

"Transcurrido ya el tiempo en el que proporcionaba materia prima a la actualidad, Nafissatou se convirtió en un recuerdo ilustre, como los astros del fútbol jubilados, como las princesas muertas o las top models de antaño, a quienes se dedica cada vez menos minutos en antena.
Se hizo intemporal como un icono; un icono de víctima, pérfida o puta, según la opinión.
Se anunció que había llegado a un acuerdo pecuniario; de uno o varios millones de dólares. Para unos era el precio del delito de violación; para otros, la tarifa prohibitiva de un polvo o la felación más cara de la historia.
Algunos imaginan que para Nafissatou fue un golpe de suerte, una especie de lotería; como si le hubiera tocado el gordo jugando al número de la habitación. Seguro que hay mujeres que piensan que a cambio de ese sueldo soportarían una violación perpetua, se enriquecerían día tras día gracias a un traumatismo que sería cada vez más benigno, en la medida en que se fuera haciendo rutinario.
Ya nadie la insulta en directo. Ya nadie la llama fea ni insinúa que un hombre de tal envergadura nunca se arriesgaría a ir a prisión por un botín tan grosero, tan negro y con un cutis tan ordinario. Como si un comité internacional se hubiera encargado de fijar el precio de un cuerpo, de una raza, de juzgar si la presunta víctima era lo suficientemente guapa como para acceder al estatus de mártir."


Régis Jauffret:
La ballade de Rikers Island
Seuil 2014

La traducción y la adaptación son mías.

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