jueves, 25 de mayo de 2017

La vida debía de ser maravillosa

"Tenían una empleada que se encargaba de las labores del hogar. Woody pensaba que de esas cosas tendría que ocuparse su mujer, pero no podía hacer nada al respecto, porque era Annie la que tenía dinero y pagaba a la sirvienta.

Woody había leído en cierta ocasión que, sesenta o setenta años atrás, el parlamento británico había aprobado una ley que permitía a las mujeres casadas conservar sus bienes y su fortuna personal, pues con anterioridad estaban obligadas a dejarlo todo en manos de sus esposos.

A Woody aquella ley le parecía un error. La vida debía de ser maravillosa en los tiempos en que todo el dinero pertenecía a los hombres."



Ruth Rendell:
The girl next door, 2014
La traducción y la adaptación son mías

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